sábado, 14 de junio de 2014

El Fín de los Modelos

El fin máximo al que podían  aspirar algunas personas allá por la edad media, no era otro que un puesto de funcionario. Bien fuera de vaciador real de orinales, o tocador de cornetas.

Cada poco tiempo vemos cómo se agota un negocio y cómo cíclicamente se rebela un colectivo. Bueno patalea agónicamente para ser precisos, pero se rebela al fin y al cabo.

De la mano de las nuevas tecnologías se resquebrajan muchas dictaduras y surgen otras nuevas.  Hace tiempo fue la industria audiovisual y su "cultura" enlatada, igual que la comida para gatos. El mundo editorial está empezando a notar los efectos del pirateo en la actualidad, los comercios cambian las reglas tradicionales de juego y asumen la promoción y la venta on-line, y así un sin fin de pequeños cambios que en menos de diez años han ido actualizando el inmovilismo de décadas.

Estas semanas hemos  asistido a la rebelión de los taxistas. Bueno han asistido los que utilizan asiduamente los medios de comunicación de masas. Yo más bien me he enterado en el bar, escuchando.  Bueno, dejándome de hacer el Iluminado, también diré  que utilizo el twitter y el mundo radio, que aunque también son medios masivos, no alcanzan el intervencionismo de otros medios, y en general hay variedad sobrada.

El caso, es que después de "El Motín de los Taxistas", motín repetido y ocurrido ya en otros países como Francia o USA y que ahora toca el turno por estos lares, he sacado tres conclusiones básicas y poco desdeñables, a la vez que curiosas y sorprendentes, o quizá no tanto.

Como lo mismo se habrán dado ya cuenta, me estoy refiriendo a las aplicaciones de transporte que buscan la colaboración entre iguales, que no son nuevas, en general, pero en España han aterrizado hace poco.

Concretamente me centraré en Uber que es la que ha desatado las iras del primitivo colectivo taxista.

El modelo concreto con el que aterriza Uber en España, es claramente ILEGAL, incluso para un lego en leyes como yo. La primera y sorprendente conclusión que se desprende de esto es la forma en que abordan las autoridades competentes la situación. Lejos de actuar, impidiendo la implantación de este ilegal negocio, la difusión de la aplicación o llevando frente a mi amiga, la lisiada diosa justicia. Se han dedicado a difundir un comunicado amenazante, más para los usuarios del servicio que para el servicio en si y poco más. ¡Genial!. ¡Vamos todos a inventarnos negocios ilegales!

La segunda y sorprendente conclusión es referida a las quejas del arcaico sector taxista y las sesgadas mentes de los usuarios. Las quejas del sector del taxi son claras y lógicas. Se produce un intrusismo por parte de personas y empresas que carecen de licencias. Los vehículos no pasan las revisiones obligatorias pertinentes, faltan los permisos de conducción apropiados y en general se incumple toda la normativa incluida la fiscal y aunque nos joda, les recuerdo que el fisco somos todos.
Las quejas del ciudadano de a pie son claras. Me ahorro un dinerillo ya que las carreras son carísimas.

Absolutamente nadie se ha quejado de lo absurdo y enrevesado de toda esta normativa. Muchos se han quejado del coste de la licencia que asciende a 150.000 € en lugares como Madrid. ¡Oiga! ¡y a mí qué!. Si usted se compró una casa de precio inflado y se desplomó el mercado, a mí qué me cuenta. Decía un sabio que sólo hay dos cosas infinitas: La estupidez humana y el universo, y de la segunda no estaba seguro.
Me parece ridículo pasar una revisión cada seis meses a un coche nuevo con las técnicas de fabricación actuales, me parece ridículo tener que obtener un permiso de conducción especial, me parece ridícula la antigua y vetusta y rígida maraña legal del sistema, me parece ridículo y abusivo el precio de una licencia y por supuesto me parece de necios pagarlo.
 Pero curiosamente ningún taxista se ha quejado de eso, ¡NINGUNO!  Ningún usuario se ha parado a pensar que el motivo de los altos precios de las carreras precisamente son por lo expuesto anteriormente. Es decir que al taxista no lo queda tanto de lo que te cobra. Teniendo en cuenta que no conozco ningún taxista rico, salvo los que tienen varias licencias y no trabajan, ya que otros a sueldo trabajan para ellos, me da que no bando muy desencaminado. Curiosamente ningún usuario se ha quejado de esto,¡NINGUNO!

La tercera y sorprendente conclusión es la derivada del comportamiento de lo que sucede en la red en general. Es sorprendente como todo lo que ocurre en o a través de la red tiene amplias repercusiones en el mundo real, más teniendo en cuenta que lo que sucede en la red parece estar un inexistente limbo legal, que hace que modelos de negocio que automáticamente serían aniquilados en el mundo real, funcionen de forma real a través del mundo informático. Les voy a recordar algo, que quizá no sepan o quizá si, miren, lo mismo que es ilegal en el mundo físico, lo es en el virtual y se persigue de forma igual, con distintas herramientas pero con las mismas conclusiones, lo que básicamente cambia  en internet es la difusión de "lo que sea", que en el mundo virtual puede ser 0 como la de este blog o absolutamente masiva como pasa muchas veces con la tontá del día. Si es un delito ocurre igual, puede tener difusión masiva o limitada. La difusión masiva naturalmente aumenta el daño, aunque no es fácil ser popular aquí, ni para bien ni para mal. En definitiva, la red ni es anónima, ni es lugar para niños ni esta al margen de la ley, el bien o del mal. Salvo que nos coloquemos las anteojeras del burro.

Resumiendo:

  1. Dejación por parte de las autoridades. ¿Será esta dejación generalizada y solo patente en el mundo virtual? Quizá la difusión masiva del mundo virtual deja patente lo que en el mundo real pasa desapercibido.
  2. Inmovilismo y estrechez de miras de un sector y sus usuarios. Unos por tragar sin rechistar con un sistema absurdo y obsoleto que estiman inmutable y perpetuo y otros por culpar al lobo por comer ovejas. Se hace patente la falta de reflexión que tanto se hecha de menos en la sociedad en general.
  3. Un inexplicable efecto por el que lo que es imposible en el mundo real, sea posible en el virtual y que aunque sea por corto tiempo provoca unos inexplicables efectos marea que acontecen con cambios rápidos en la sociedad. Se produce un efecto de reflexión global que produce el mismo cambio que una reflexión individual generalizada, pero conservando el pensamiento irreflexivo individual. Llamaremos a esto efecto hormiguero, o como un montón de bichos tontos e insustanciales se coordinan de forma inexplicable para realizar una acción aparentemente inteligente.
Como reflexión final sólo les recalcaré que no existe nada infinito y menos un negocio. Todo cambia, se adapta o desaparece. Acostumbremonos a que papa estado no rija -regule-  tanto nuestras vidas como para que no parezcan nuestras. El precio de los modelos inmutables viene a ser la esclavitud y por supuesto, las normas están para cambiarlas, para hacerlas mejores y mas justas, para hacerlas acorde a las nuevas circunstancias, pero no para incumplirlas. En eso se basa la vida en comunidad.

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